La universidad debería ser accesible para la mayor cantidad de bachilleres, el libre ingreso a esta, garantiza el avance de un país; a mas de ser científica y técnica debe brindar también una formación social y política, ya que no se trata solo de producir mano de obra apta para tal o cual empleo principalmente de empresas transnacionales. Los profesores que impartan la enseñanza no deben limitarse a ser profesionales de alto nivel académico, sino deben querer convertirse en maestros de las mentes habidas de conocimiento que llegan.
Al decir que la universidad debe ser accesible, significa que el nivel de instrucción nada tiene que ver con el nivel de costo que esta exija; al contrario, quien debe suministrar el dinero para que este establecimiento sea apto y adecuado para la difusión de la enseñanza debe ser el gobierno.
El estado debe garantizar lo que siempre dice: “igualdad de oportunidades”, es decir que su obligación es proveer, mas no involucrarse totalmente dentro de una institución, quitando la autonomía universitaria.
Pero en la realidad de nuestro país, estas dichas características no se cumplen del todo, y más aún en las universidades públicas, las cuales deberían ser mucho más equipadas y con una infraestructura mejor que las universidades privadas; ya que la educación no es ningún privilegio, es una obligación del estado para con los ciudadanos.
En la situación más concreta de nuestra universidad, la Escuela Politécnica Nacional (recalcando que fue clasificada por el CONEA como la mejor universidad del país). Cabe preguntarse ¿si esta es mejor universidad del país como estarán las otras?. Ya que para ningún estudiante es un secreto que la Escuela tiene grandes problemas, tanto internos como externos.
Uno de los problemas internos que más afectan, es que varias de las asignaturas impartidas no cuentan con profesores adecuados, no me refiero a su amplio nivel de estudios, sino a la forma de impartir una clase, a la forma de llegar a un estudiante, al respeto que debe existir entre docente y alumno, asimilando una igualdad, no una superioridad del profesor.
Una universidad no es mejor porque la mayoría de estudiantes pierda una materia, una universidad es mejor cuando logra que esos estudiantes la conozcan y dominen.
Dentro de los problemas externos se encuentra la falta de inversión del gobierno, es cierto que la educación es gratuita mientras no pierdas ninguna materia, pero cuando empezamos nuestros estudios aquí, en propedéutico y en los primeros semestres, nos damos cuenta que realmente las aulas no son aptas, nos encontramos con sillas oxidadas, paredes rayadas, vidrios rotos; tal vez ¡esto no es tan importante! podríamos pensar, ¡esto no va a repercutir en nuestras calificaciones! quizá diga alguien; pero la verdad es que un problema así jamás se va a dar en una universidad particular, en las cuales además cuentan con laboratorios muy equipados, cosa que aquí en la mejor universidad no disponemos.
El caso de la investigación, aquí es donde más se la realiza, pero sin ayuda significativa del estado, cabe aclarar.
Así podemos observar graves problemas que nos afectan mientras estamos formándonos para convertirnos en profesionales, más aun con la nueva ley de educación superior, que con el plan de desarrollo nacional hace de lado sutilmente a las ingenierías, poniendo como camino al ecoturismo y la biotecnología; con esto debemos hacer conciencia y darnos cuenta que si la industria no se desarrolla en nuestro país, siempre seremos un país dependiente, y no se trata de que uno solo venga y haga algo, sino que nosotros mismo tomemos los problemas en nuestras manos y los solucionemos.
De aquí vamos a salir profesionales capaces de generar trabajo, no nos limitemos a ir y conseguir un “buen puesto”, para eso no estudiamos. No estudiamos para obtener un título y ser un empleado mas, estudiemos para conocer, difundir, y emplear la ciencia de la mejor forma posible en el bien común.
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